Estamos “¿saliendo?” - Alicia Bisso

(...)

Si me hago esta pregunta es porque, obvio, no tengo respuesta.
Sin embargo, irremediablemente me zambullo en el mar de etiquetas que podría ponerle a las diferentes relaciones que he tenido en mi vida. Pienso que a mis queridos personajes de las tierras de Amigolandia e Ilusiolandia, habría que sumarle Agarrelandia, Quiero-conocerte-un-poco-más-landia, Te-estoy-meciendo-landia, Sí-quiero-algo-contigo-pero-todavía-no-sé-qué-landia, No-quiero-nada-serio-contigo-landia y Solo-estamos-gileando-landia (ven? ya aprendí). Miles de terrenos más, en los que supongo que habitan mientras encuentran o buscan lo que quieren en alguien que esté buscando o encontrando lo mismo que ellos.

Pero dejándonos de palabras. Es irónico que exista un término como "salir" que justamente define lo no-definido. Salir puede implicar (o no) fidelidad, constancia, ese "ir" hacia algún lado juntos, etc. No hay reglas, no existen los compromisos. No hay nada establecido.
(...) Esa palabrita algunas o muchas veces es utilizada como excusa, pretexto o salvoconducto temporal para no decir las cosas claras, las cosas como son.

Las etiquetas no me gustan, porque no siempre definen a una relación. Y las relaciones no se definen porque sí. Ponerle un nombre a una relación es hacer explícito un pacto entre 2, íntimo y privado. Sea cual sea. Pienso que solo así vale abrir el Diccionario y leer que "salir" es de alguna manera probar, conocer, tantear, ver si esa persona te gusta y más importante aún, si te gusta lo suficiente como para dar un paso más. No ese que te hace ser "novios", sino el paso importante, el interior: la decisión de elegir a esa persona para quedarte a su lado y dejarla quedarse a tu costado; pero de ninguna manera "salir" significa mentir de manera descarada o de fingir sordera emocional. Eso, simplemente, no se hace, aunque resulte tentador.

Estamos saliendo?