jueves, 17 de junio de 2010

Detección de mentiras



"Si me engañas una vez, tuya es la culpa. Si me engañas dos, la culpa es mía".
Anaxágoras, filósofo griego (500-428 a.C.)

"Proclamar que nadie debe mentir nunca en una relación sería caer en un simplismo exagerado; tampoco recomiendo que se desenmascaren todas las mentiras". Paul Ekman (1991)


Ante una situación de tensión o presión la persona tiene el "síndrome de huída o de lucha". Es aquí donde entra la importancia del lenguaje corporal a través de la técnica de la kinesis para detectar patrones de conductas que indican la probabilidad (alta, mediana o baja) de que el interlocutor está mintiendo. Es importante recordar que los signos y síntomas de movimientos corporales se presentan desde el inicio o ante una pregunta que causa presión y tensión en el entrevistado. Sin embargo, dicha técnica no funciona con personas psicóticas, drogadas y que sean menores de 15 años de edad.

Cuando, por ejemplo, un paciente menciona "me encuentro bien", sólo por sus palabras no se puede saber si dice la verdad o no. A menudo, ya se sabe, decimos lo que queremos que los demás crean. El lenguaje del cuerpo, en cambio, no puede engañar tan fácilmente a un observador entrenado para tal fin. Nadie domina plenamente su cuerpo, por ello, su lenguaje corporal puede utilizarse como un recurso muy importante para hipotetizar si el individuo nos está mintiendo. La mentira entra en acción como una estrategia de afrontamiento de la realidad de la que deseamos obtener un beneficio o una satisfacción. Decir una mentira, por ejemplo, crea un estado de tensión corporal que reflejan indicios de las emociones que difícilmente puede controlar en su totalidad la persona debido a varios factores que se irán enumerando a lo largo del artículo.

SIGNOS VERBALES
Los deslices verbales (lapsus inconscientes), contradicciones en descripción de detalles específicos, frases como "esas preguntas no me hacen gracia"; responder a una pregunta inexistente evadiendo la pregunta real. Quejas sobre el ambiente y sobre la entrevista; cuando nos pidan que repitamos la pregunta; cuando nos responden con otra pregunta; detenerse a la mitad de la oración; interrumpir; desviar el tema; disculparse frecuentemente; apelar mucho a Dios o a la madre; abusar de los siguientes términos: honestamente, francamente, de verdad, créame, que me caiga un rayo si no, etcétera.
El expresar "No" (verbal o no verbalmente) nos da características de posibles mentiras de acuerdo a lo siguiente: si se acompaña de cerrar los ojos; si se expresa con énfasis y se mueve la cabeza de un lado a otro; si se expresa titubeante, con duda y con demora; si se expresa de manera suplicante; con inflexión de voz o con una mirada al vacío; acompañado de mirada inquisidora; expresándose como si no fuera dirigida a él la pregunta.

SIGNOS NO VERBALES
Según la PNL, si mira al lado superior derecho el individuo está construyendo, es decir, cabe la posibilidad de que diga mentiras.

Si parpadea demasiado (no confundir con un tic), si desvía la mirada (no confundir con timidez), si baja la mirada (no confundir con distracciones), si fija demasiado la mirada (no confundir con estrabismo), si se muestra ansioso, afecto inapropiado, expresiones falsas de emociones (sonrisas falsas, depresión falsa, etc.); si la persona se cubre el rostro consciente o inconscientemente con las manos u algún objeto (máscara, lentes, tela, etc.); si la persona se coloca deliberadamente de perfil; si la persona abandona la conversación intempestivamente; largas pausas entre palabras; ritmo respiratorio excesivamente profundo o superficial; tragar saliva.

TIPOS DE MENTIRAS
1)Mentiras por ocultamiento; 2)Mentiras por falseamiento; 3)Despistar al otro reconociendo la emoción propia pero atribuyéndola a una causa falsa; 4)Decir falsamente la verdad o admitir la verdad pero de una manera tan exagerada o irónica que el destinatario se vea desorientado o no reciba información alguna; 5)El ocultamiento a medias de la verdad, dejando de lado elementos decisivos; 6)La evasiva por inferencia incorrecta o decir la verdad pero de un modo que implique lo contrario de lo que es (ocultar verdaderos sentimientos haciendo algo que desvíe la atención o que nos impida hablar); 7)Exageración de la verdad para ridiculizar el descubrimiento del entrevistador.

TIPOS DE MENTIROSOS POR TRANSTORNOS DE PERSONALIDAD:
-NATURALES: están al tanto de su aptitud, no menos que quienes los conocen bien. Desde su infancia engañaron impunemente a sus padres, maestros y amigos cuando se les antojó hacerlo; no sienten gran recelo de ser detectadas, todo lo contrario, confían en su capacidad de engañar.
-ANTISOCIALES: poseen encanto superficial, falta de remordimiento o de vergüenza, egocentrismo patológico, incapacidad de amar, carencia de culpa o de conciencia moral, falta de empatía, por ejemplo, uno de los impostores más grandes de todos los tiempos, Frank Abagnale, quien se autodescribe magistralmente en el libro ¡Atrápenme si pueden!, así como en la película ¡Atrápame si puedes! actuada por Leonardo Dicaprio y Tom Hanks. Cabe mencionar que los individuos con personalidad antisocial son los más difíciles de que se les detecten indicios de mentiras, empezando porque muchos de ellos pasan desapercibidos de su condición.
-MITÓMANOS: Los delirios no son mentiras conscientes, ejemplos de estos son los celotípicos, los erotomaníacos, los fantaseosos, los narcisistas, los paranoicos, los histéricos-histriónicos mienten de querer suicidarse, ya que en realidad sólo quieren llamar la atención.
-PSICÓTICOS: Sus alucinaciones, aunque las creen reales, son contenidos del pensamiento incongruentes y/o incoherentes con la realidad.


INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS DE PAUL EKMAN
El doctor Paul Ekman, investigador y profesor de Psicología en la Universidad de California, en Estados Unidos, y asesor del departamento de defensa del FBI ha recogido los cambios más significativos que se presentan en el organismo de un mentiroso porque, por lo general, quienes faltan a la verdad no pueden controlar ni esconder todas sus conductas:
1.-Sonrisas asimétricas. Una sonrisa falsa suele ser asimétrica, sólo intervienen en ella una parte de los músculos de la boca y ninguno de los que rodean a los ojos: no se alzan las mejillas ni descienden las cejas.
2.-Parpadeo incontrolado. Un mentiroso experto es capaz de mirar fijamente a las personas pero muy posiblemente no será capaz de controlar el parpadeo, que es un movimiento involuntario cuando se experimenta una emoción.
3.-Movimiento de los músculos de la frente. Cuando mienten, muchas personas experimentan sentimientos de angustia, lo que provoca que las cejas se pongan en una posición oblicua (más elevadas en el centro), haciendo la forma de una V invertida.
4.-Duración de las expresiones. Las expresiones faciales que duran más de cinco o diez segundos suelen ser falsas. Por ejemplo, un gesto genuino de sorpresa apenas supera las décimas de segundo.
5.-Alteración del ritmo. Cuando se está fingiendo, los gestos no acompañan a las palabras, es decir, no hay congruencia. Por ejemplo, en un engaño verdadero los gestos violentos aparecen antes de hablar, mientras que un mentiroso suele esperar a terminar la frase para gesticular.
6.-Gestos controlados. Se utilizan menos gestos cuando hay inseguridad en lo que se dice. La causa es que el mentiroso se da cuenta de que el movimiento nervioso puede ser considerado un principio de engaño y, al final, es su ausencia el agente delator.
7.-Pupilas dilatadas y excesivo lagrimeo. Las pupilas se dilatan cuando hay excitación o agrado, y se contraen cuando nos disgustamos; aunado a lo anterior, las lágrimas son síntoma de satisfacción o irritación.
8.-Transpiración. La aparición de sudor es otro proceso es otro proceso regulado por el sistema nervioso y, aunque muchas veces aparece como reacción ante el calor o el esfuerzo excesivo, también puede ser consecuencia de una tensión emocional.
9.-Ruborización o palidez extrema. Los cambios producidos en el sistema nervioso autónomo afectan a los vasos sanguíneos, de tal forma que aparece el rubor cuando se está confundido o avergonzado y, la palidez cuando se tiene miedo a se descubierto. Ninguno de estos dos actos puede dominarse conscientemente. (9)


LA VOZ
La vacilación al empezar a hablar, en particular cuando se debe responder a una pregunta, puede suscitar sospechas, así como otras pausas menores durante el discurso si son frecuentes. Otras pistas las dan ciertos errores que no llegan a formar palabras, como algunas interjecciones (“¡ah!”, “¡oh!”, “¡esteee!”), repeticiones (“yo, yo, yo quiero decir en realidad que...”), y palabras parciales (“En rea-realidad me gusta”). Quebrar el tono de la voz, toser y aclarar la garganta. Elevar el tono de la voz ante una pregunta que causa tensión.
El signo vocal de la emoción que está más documentado es el tono de voz. En un 70%, aproximadamente, de los sujetos estudiados, el tono se eleva cuando están bajo el influjo de una perturbación emocional. Probablemente esto sea más válido cuando dicha perturbación es un sentimiento de ira o de temor, ya que algunas datos, aunque no definitivos, muestran que el tono baja con la tristeza o el pesar. Y aún no han podido averiguar los científicos si el tono de la voz cambia o no en momentos de entusiasmo, angustia, repulsa o desdén. Otros signos de la emoción, no tan bien demostrados pero sí prometedores, son la mayor velocidad y volumen de la voz cuando se siente ira o temor, y la menor velocidad y volumen cuando se siente tristeza. En el engaño, el tono se volvía más agudo, debido al temor de ser descubierto.


DESCRIPCIÓN DE INDICIOS DE POSIBLE MENTIRA, SEGÚN MOVIMIENTOS CORPORALES

Los emblemas tienen un significado preciso, conocido por todos dentro de un grupo cultural determinado. Durante un engaño, los emblemas normalmente aumentarán más que de costumbre. Los emblemas no son universales, sino que su significado cambia según la cultura. Un ejemplo de emblema es el leve encogimiento de hombros.

Las ilustraciones (o ademanes, por ejemplo, dibujar figuras en el aire, señalar e indicar la dirección o el tamaño de algo) normalmente serán empleadas menos que de costumbre durante un engaño. La primera razón es una falta de apego emocional a lo que se está diciendo: la gente ilustra menos que de costumbre sus palabras cuando se siente indiferente, aburrida, ajena a la cuestión o muy entristecida. El entusiasmo o el interés fingidos pueden traicionarse en la falta de un aumento de ilustraciones que acompañen las palabras. Las ilustraciones también e reducen cuando el individuo tiene dificultad para decidir lo que va a decir. Si alguien sopesa con cuidado cada palabra antes de decirla, no la acompañará con muchas ilustraciones. Por último, el cazador de mentiras debe ser más prudente en la interpretación de las ilustraciones que de los deslices emblemáticos.

Las manipulaciones (con las manos) constituirían signos de incomodidad o molestia sólo en las situaciones más formales, cuando la gente que está con uno no le es muy conocida. De ahí que las manipulaciones no son signos válidos del engaño: pueden indicar los dos estados opuestos, la incomodidad y la relajación. Por otra parte, los mentirosos saben que deben suprimir sus manipulaciones, y la mayoría lo consigue casi siempre. Las manipulaciones presentan también el Riesgo de Brokaw (El cual se explica más adelante).

Otro aspecto corporal, la postura, ha sido estudiado por diversos investigadores, pero no han podido encontrar datos fehacientes de autodelación o de pistas sobre el embuste. Aunque no hay que dejar pasar de lado que cuando una persona se reacomoda en un asiento o hace un movimiento de incomodidad ante una pregunta, respuesta o comentario que causa tensión es probable que nos aporte información corporal relevante si se une a otros gestos conductuales.



LA CARA

La cara es un sistema dual en el que aparecen expresiones elegidas deliberadamente y otras que surgen de forma espontánea, a veces sin que la persona se dé cuenta siquiera.

Las microexpresiones son expresiones emocionales que abarcan todo el rostro y duran apenas una fracción de lo que duraría la misma expresión en condiciones normales.

A veces, cuando emerge una expresión, parecería que la persona se da cuenta de lo que empieza a mostrar y la interrumpe, en ocasiones encubriéndola con otra. La sonrisa es la máscara encubridora más corriente. Puede ocurrir que la expresión abortada sea tan fugaz que resulte difícil captar el mensaje que se habría transmitido en caso de no interrumpirse. Pero aún cuando este mensaje no quede en ella reflejado, el hecho mismo de abortar una expresión es un indicio notorio de que la persona oculta algún sentimiento. La expresión abortada suele durar más que la microexpresión, pero no es tan completa.

No todos los músculos que producen las expresiones faciales son igualmente fáciles e controlar: algunos son más fidedignos que otros. Los músculos fidedignos son aquellos de los que no puede hacerse uso para las expresiones falsas: el mentiroso no los tiene a su disposición, y como tampoco puede inhibirlos o abortarlos inmediatamente, le cuesta ocultar la acción de esos músculos al tratar de disimular una emoción real. Por ejemplo, los músculos característicos que se mueven involuntariamente cuando se experimentaba tristeza, dolor o pesadumbre (que las comisuras de los labios se muevan hacia abajo, la frente presente arrugas y las cejas estén alzadas en su ángulo interior) casi no es posible moverlos a voluntad porque el acompañamiento del movimiento del mentón delata la falsedad.

La frente es la sede principal de los movimientos musculares fidedignos.
También, los movimientos musculares fidedignos cuando existe temor, inquietud, aprensión y terror son que las cejas están levantadas y se aproximan entre sí, asimismo, el párpado superior sube y se pone tenso el inferior, marca típica del miedo. La elevación de las cejas también sirve como signo de interrogación o de exclamación, y como emblema de desconfianza y escepticismo, también es frecuente que se cierre el entrecejo en momentos de perplejidad o de concentración. Una de las mejores claves sobre la boca son los labios afinados, aunque ninguno de ellos chupe al otro ni estén forzosamente apretados, pero sí con una disminución de la zona roja visible.


OJOS
La mirada se aparta en una serie de emociones: baja con la tristeza, baja o mira a lo lejos con la vergüenza o la culpa, y mira a lo lejos con la repulsión. No obstante, es probable que un mentiroso, por culpable que se sienta, no aparte la vista demasiado, ya que los mentirosos saben perfectamente que todo el mundo confía en detectarlos de esta manera. Si bien un parpadeo más intenso y la dilatación de las pupilas indican que el individuo está movido emocionalmente, no revelan de qué emoción se trata. Pueden ser signos de excitación entusiasta, rabia o temor. Sólo son autodelatores válidos cuando la manifestación de una emoción cualquiera trasluciría que alguien miente, y el cazador de mentiras puede desechar la posibilidad de estar ante el temor de un inocente a ser juzgado erróneamente.

Las lágrimas también son producidas por el SNA, pero ellas sólo son signos de algunas emociones, no de todas. Se presentan cuando hay tristeza o desazón (si las cejas muestran también dichas emociones), alivio, ciertas formas de goce y risa incontrolada (aunque las lágrimas de risa no se filtrarán si la risa misma ha sido sofocada).

EL SNA provoca otros cambios visibles en el rostro: el rubor, el empalidecimiento y el sudor, todos los cuales son difíciles de ocultar.

El rostro se pone rojo de rabia o de turbación, es decir, ambos implican la dilatación de los vasos sanguíneos periféricos de la piel. La cara enrojece de ira sólo cuando ésta ha quedado fuera de control, o cuando el sujeto trata de controlar una rabia que está a punto de explotar. En tal caso, habitualmente habrá en el rostro o la voz otras pruebas de la ira, y el cazador de mentiras no tendrá que confiar en la coloración de la cara para discernir esta emoción. Si la ira está mal controlada, el rostro puede palidecer o ponerse blanco, como también ocurre cuando se siente miedo. El empalidecimiento puede aparecer incluso cuando la mímica de esta emoción ha sido perfectamente disimulada. Según la PNL, la cara oculta que nos da más información es la parte izquierda del rostro, la cual está gobernada por el hemisferio derecho.

Porque los hemisferios cerebrales gobiernan los movimientos faciales voluntarios pero no los involuntarios, que se generan en zonas inferiores, más primitivas del cerebro. Había asimetría cuando la expresión era voluntaria, deliberada, una pose. La asimetría era un indicio de que la expresión no era auténtica. Lo típico era que la acción fuera un poco más marcada en el lado izquierdo si la persona era diestra.

Un cazador de mentiras no debe confiar jamás en un solo indicio facial del engaño; los indicios faciales deben ser corroborados por los que proceden de las palabras, la voz y el resto del cuerpo. El tiempo incluye la duración total de una expresión facial, así como lo que tarda en aparecer (tiempo de arranque) y en desaparecer (tiempo de descarga). Los tres elementos mencionados pueden ofrecer pistas sobre el embuste. Las expresiones de larga duración (sin duda las que se extienden por más de 10 segundos, y normalmente también si duran más de 5 segundos) son probablemente falsas. En su mayoría, las expresiones auténticas no duran tanto. Salvo que el individuo esté experimentando una experiencia culminante o de cumbre emocional, las expresiones emocionales genuinas no permanecen en el rostro por más de unos segundos. Ni siquiera en esos casos extremos las expresiones duran tanto; por el contrario, hay muchas expresiones que son más breves. Las largas suelen ser emblemas o expresiones fingidas.

Supongamos que alguien que quiere fingir que está furioso y grita “¡Ya me tienes harto con esa manera de comportarte!”. Si la expresión de ira aparece en el rostro con posterioridad a las palabras, es más probable que sea falsa que si aparece en el mismo momento en que se lanza la exclamación, o incluso segundos antes. No hay tanto margen de maniobras, quizá, para situar la expresión facial respecto de los movimientos corporales. Imaginemos que junto con su manifestación verbal de estar harto, el mentiroso descarga un puñetazo sobre la mesa: será más probable que la expresión sea falsa si viene después del puñetazo. Las expresiones faciales no sincronizadas con los movimientos corporales son con mucha probabilidad pistas fehacientes.

LA SONRISA
En la sonrisa auténtica se contaren los músculos orbiculares de los párpados, que rodean cada ojo, formando las llamadas “patas de gallo”. La sonrisa auténtica expresa todas las experiencias emocionales positivas (goce junto a otra persona, contento o felicidad, alivio, placer táctil, auditivo o visual, diversión, satisfacción), sólo con diferencias en la intensidad de la mímica y en el tiempo de duración. La diferencia fundamental entre la sonrisa de desdén y la sonrisa auténtica es la contracción de las comisuras de los labios. Las sonrisas falsas tratan de hacerle creer al otro de que se sienten cosas positivas, caracterizándose por ser más asimétricas que las auténticas; también, una sonrisa falsa no estará acompañada nunca de la acción de los músculos orbiculares de los párpados, no se alzarán las mejillas ni habrá hondonadas debajo de los ojos, ni patas de gallo, ni el leve descenso d las cejas que se presentan en la sonrisa auténtica leve a moderada. La falta de participación de las cejas es un indicio sutil pero decisivo para diferenciar las sonrisas auténticas de las sonrisas falsas cuando la mueca es pronunciada. El tiempo de desaparición de la sonrisa falsa parecerá notablemente inapropiado, es decir, puede esfumarse demasiado abruptamente, o tal vez de forma escalonada.
Usada como máscara, la sonrisa falsa no abarca más que movimientos en la parte inferior del rostro y en el párpado inferior. Los signos propios de una sonrisa falsa son la ausencia de todo movimiento en torno de los ojos y la presencia de signos de repulsión o disgusto profundo (fruncimiento de la nariz) o de desdén (contracción de las comisuras de los labios).


Menos vulnerable al riesgo de Brokaw es la interpretación de cuatro fuentes de autodelatación, a saber: los deslices verbales, las peroratas enardecidas, los deslices emblemáticos y las microexpresiones.
Es conveniente prevenir sobre el riesgo de utilizar los sistemas de análisis de forma aislada y se recomienda lo siguiente:
A.-Se deben analizar los riesgos y consecuencias de juzgar como mentirosa a una persona que es veraz y viceversa.
B.-La ausencia de todo signo de engaño no es sinónimo de veracidad, ya que hay personas que no se autodelatan jamás y otras que, pese a su inocencia, siempre tienen cargo de conciencia por lo que dicen.
C.-Autoexaminarnos sobre los prejuicios que tengamos hacia la persona que juzgamos, ya que podrían influir mucho en nuestra conclusión.
D.-Es muy importante saber si el mentiroso cree que se sospecha de él, porque sus engaños se harán mucho más sutiles.

OTRAS CONSIDERACIONES:
-Cuanto más sea lo que está en juego, mayor será el recelo a ser detectado.
-Las expresiones faciales ocupan el primer lugar en la clasificación de la conciencia. Las posturas generales del cuerpo, en cambio, pueden abrir algunas brechas, porque no somos totalmente conscientes de nuestro estado de rigidez, tensión o relajamiento. Por último, las piernas y los pies presentan un interés particular, porque son las partes del cuerpo de cuyas acciones tenemos menor conciencia, por lo que en éstas últimas se fuga información de la que el individuo no es consciente.
-Tomemos el caso de un hombre que sonríe amistosamente y al mismo tiempo aprieta los puños: con la cara dice “me siento feliz”; con las manos replica “estoy furioso”. Para decidir entre estas dos posibilidades debemos creer más a los músculos más inferiores (en este caso, las manos). Si vemos un rostro que se esfuerza por reír sobre un cuerpo rígido y tenso, creeremos más en el cuerpo y no en el rostro.
-Desmond Morris ha establecido una escala de credibilidad de los distintos tipos de acción, estando formulada en orden de mayor a menor credibilidad:
1.-Señales automáticas (palidecer, ruborizarse, sudar).
2.-Señales de las piernas y de los pies.
3.-Señales del tronco.
4.-Gestos de las manos no identificados.
5.-Gestos de las manos identificados.
6.-Expresiones faciales.

-La mejor máscara es una emoción falsa, no hay nada más difícil que mantenerse impávido y aparentar neutralidad, frialdad y falta de emotividad.
-Tocarse la boca con las manos para bloquear la salida de las palabras falsas.
-Otra señal de mentira es que los gestos no sean acordes con lo que se dice.
-Un mentiroso inventa una historia y la cuenta siempre igual hasta en sus más mínimos detalles, en cambio, una persona honesta comete por lo común pequeños errores, particularmente si debe relatar una historia larga y complicada.
-El deseo de aliviarse de la culpa tal vea la mueva a confesar su engaño, en tanto que el deseo de evitar la humillación de la vergüenza tal vez la lleve a no confesarlo jamás.
-Tanto la culpa como el temor y el deleite pueden evidenciarse en la expresión facial, la voz, los movimientos del cuerpo, por más que el mentiroso se afane en ocultarlo.
-Hay que averiguar si el sospechoso sabe o no que se sospecha de él, y conocer cuáles son las ventajas y desventajas que ambas situaciones presentan para la detección del engaño.
-No hay ningún signo de engaño en sí, ningún ademán o gesto, expresión facial o torsión muscular que en y por sí mismo signifique que la persona está mintiendo. Sólo hay indicios de que su preparación para mentir ha sido deficiente, así como indicios de que ciertas emociones no se corresponden con el curso general de lo que dice. Estas son las autodelaciones y las pistas sobre el embuste.
-Lo curioso es que la mayoría de la gente presta mayor atención a las fuentes menos fidedignas (las palabras y las expresiones faciales), y por ende se ve fácilmente desorientada porque los mentirosos se esmeran en tener más control de dichas áreas. Es más fácil falsear las palabras que la expresión facial; y los mentirosos suelen vigilar menos su voz y el resto del cuerpo. A diferencia de lo que ocurre con el rostro o la voz, la mayoría de los movimientos del cuerpo no están conectados en forma directa con las regiones del cerebro ligadas a las emociones.
-Cuando es mucho lo que está en juego, cuando el precio que podría pagar el cazador de mentiras si el sospechosos miente es grande, aun las personas no celosas pueden apresurarse a formular un juicio erróneo. Los cazadores de mentiras deberían empeñarse en tomar conciencia de sus prejuicios respecto del sujeto de quien sospechan.
-No todos los individuos sienten temor, culpa, rabia, etc., cuando saben que se sospecha que han mentido o cometido una falta; dependerá en parte de su personalidad.
-El cazador de mentiras debe ser más prudente en la interpretación de las ilustraciones que de los deslices emblemáticos. Las primeras están afectadas por el Error de Otelo y el Riesgo de Brokaw; los segundos, no. Si un cazador de mentiras nota una disminución de las ilustraciones, lo lógico es que antes descarte cualquier otra razón (aparte de la mentira) por la cual un individuo puede querer escoger con cuidado sus palabras. Respecto de los deslices emblemáticos no hay tanta ambigüedad; el mensaje transmitido suele ser lo suficientemente diferenciado como para poder interpretarlo fácilmente. Tampoco es necesario conocer de antemano al sospechoso para interpretar un desliz emblemático, ya que en y por sí misma la acción tiene sentido; en cambio, como los individuos varían enormemente entre sí en cuanto a su índice normal de ilustraciones empleadas, no puede emitirse juicio si no existe un patrón de comparación. Para interpretar las ilustraciones es menester tener cierto trato previo con los “ilustradores”. Es difícil descubrir un engaño en un primer encuentro: los deslices emblemáticos ofrecen una de las pocas posibilidades que existen para ello.


INSTRUMENTOS A USAR CON POSIBLES ENGAÑADORES

TÉCNICA DE LO QUE CONOCE EL CULPABLE
Si la víctima revela francamente sus sospechas, se puede recurrir a la técnica de lo que conoce el culpable, creada por el especialista en psicología fisiológica David Lykken; en dicha técnica, el interrogador no le pregunta al sospechoso si cometió o no el crimen, sino que lo indaga acerca de ciertos que sólo el culpable puede conocer.

Así como un signo vocal de una emoción (por ejemplo, el tono de voz) no siempre señala una mentira, así también la ausencia de todo signo vocal de emoción no es prueba de veracidad. La técnica de lo que conoce el culpable suele dar lugar a más errores de credulidad que de incredulidad.



CONCLUSIÓN

Para el manejo de los indicios de posibles mentiras aplicar lo que se crea oportuno y pertinente según la intuición y las estrategias psicoterapéuticas que se conozcan: confrontación, preguntas más específicas, no reforzar su respuesta, persuadir al paciente de que diga la verdad para que desarrolle una mejor psicoterapia, etc. Determinar el tipo de mentira, el tipo de destinatario y el tipo de mentiroso que tenemos como paciente para encuadrar los indicios de los patrones obtenidos. Las mentiras fallan por las siguientes razones: por el pensamiento mal planeado; porque es común que el mentiroso no sea tan sagaz como para anticipar todas las preguntas que pudieran hacérsele o para meditar sus respuestas; por no saber ocultar o fingir las emociones a través del lenguaje corporal; porque las personas no escogen deliberadamente el momento en que sentirán una emoción, por el contrario, lo común es que vivencien las emociones como algo que les sucede pasivamente y, en el caso de las emociones negativas, contra su voluntad. Las diferencias de nacionalidad y cultura pueden oscurecer la interpretación de los indicios no verbales.

ANEXO
CUADRO DE INDICIOS DE QUE UNA EXPRESIÓN ES FALSA (EKMAN, 1991).


EMOCIÓN FALSA ........INDICIO CONDUCTUAL

-Temor......................Ausencia de una expresión fidedigna en la frente.

-Tristeza...................Ausencia de una expresión fidedigna en la frente.

-Alegría..................No participan los músculos orbiculares de los párpados.

-Entusiasmo o interés.......No aumenta la cantidad de ilustraciones, o es incorrecta su secuencia temporal.

-Emociones negativas............Ausencia de sudor, de alteraciones en el ritmo respiratorio
de aumento en la cantidad de manipulaciones.

-Cualquier emoción...............Expresiones asimétricas, aparición demasiado abrupta , desaparición demasiado abrupta o entrecortada , sincronización incorrecta.

http://www.mundogestalt.com/cgi-bin/index.cgi?action=viewnews&id=155

1 comentarios:

Anónimo dijo...

hi, new to the site, thanks.

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