Seducidos por la posibilidad de proyectar una imagen más cercana a lo que queremos ser que de lo que en realidad somos, las personas utilizan la mentira como herramienta durante una relación. Lo curioso es que tanto hombres como mujeres están dispuestos a escuchar esas mentiras con tal de seguir teniendo una "relación perfecta".
La inseguridad y la desconfianza en la capacidad propia de encajar en un círculo social nos impulsan muchas veces a eclipsar la verdad, fingiendo incompetencia, inocencia, o ignorancia, para aminorar el efecto negativo que tendrían nuestras acciones. De la misma manera, las personas adornan su historia y habilidades para causar una impresión favorable ante las demás personas.
En tanto que es un recurso fácil de utilizar, porque no requiere mayores esfuerzos y en principio el engaño es conocido únicamente por quien lo profiere, la mentira es parte consustancial de la humanidad y, por tanto, de las relaciones amorosas.
En una relación de pareja se establece un acuerdo tácito de que ambas partes continuarán siendo personas deseables por sus características físicas, emocionales, intelectuales y personales; pero en vista de que el ser humano siempre va a desear realizar acciones que están fuera de lo permitido, con la posibilidad de seguir manteniendo una buena imagen personal, y siempre existe la posibilidad de que en el pasado se hayan llevado a cabo eventos de los que no se siente orgullo en el presente, la mentira es el elemento que no puede faltar.
Tanto el que miente como el que recibe la mentira están de acuerdo en que es más importante conservar una buena relación antes que aceptar que no hay perfección alguna. Esta situación es aceptable siempre y cuando la imagen que se proyecte no sea completamente opuesta a la realidad, diciendo que se tiene una profesión que no es o que no se tienen hijos y no es verdad; o siempre que la mentira no atente pilares básicos de una relación amorosa, tales como la fidelidad, el amor y el respeto.
Aunque es un hecho que el descubrimiento de una mentira siempre causa desazón, incertidumbre y desconfianza, y que una relación sincera es más sana que una donde todo el tiempo se está alterando la verdad, mentir y aceptar las mentiras garantiza el desenvolvimiento de algunas situaciones sin mayor conflicto. Querámoslo o no, las mentiras son un recurso que hace parte de las relaciones de pareja en tanto que atenúan la verdad o la hacen menos incómoda y permiten la posibilidad de seguir manteniendo una buena relación.
Las 10 mentiras más utilizadas por los hombres
Estas mentiras están relacionadas sobre todo con cosas que los hombres hacen y luego no quieren admitir que prefirieron tener un momento de placer a ser responsables con algo que estaba tácitamente establecido en la relación, como no emborracharse el día antes del bautismo de tu sobrino o estar pendiente de tí cuando vas a llegar de viaje. Antes que decir la verdad frente a una acción o un sentimiento, los hombres prefieren fingir desconocimiento de causa:
1. Sólo voy por una cerveza
2. También te amo
3. No recibí tu mensaje. Mi celular debe estar fallando otra vez
4. No estaba mirando a esa chica
5. No tengo novia
6. Estaba escuchándote, te lo juro
7. Eres diferente a cualquier otra mujer que haya conocido
8. No pensé que te fueras a molestar
9. Dejé mi billetera en la casa
10. Fue sólo una vez y no significó nada
Las 10 mentiras más utilizadas por las mujeres
Las mujeres mienten con el fin de proyectar una imagen más adecuada a los estándares sociales de "mujer perfecta", bien sea ante la pareja o ante las personas que lo circundan.
1. Sólo fuimos amigos
2. Claro que me encanta tu mamá
3. No estoy molesta, para nada
4. No me parece que el hermano de tu mejor amigo sea guapo
5. Normalmente no hago esto
6. Me encanta ver fútbol contigo todo el domingo
7. Estaré lista en 10 minutos
8. Ya superé a mi EX novio
9. Por supuesto que sé cocinar
10. Estoy bien, no me pasa nada
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